Ermita de San Roque
Fue construida en los años 80 del siglo XX por el párroco Don José Carretero sobre los restos de una ermita primitiva en honor del patrón de la localidad, San Roque, se encuentra en el paraje de la Atalaya y dista unos 2 Km. del municipio.
Su arquitectura muy sencilla combina el blanco de la fachada con un zócalo de piedra, rematado por una escalinata sobre la que se encuentra una pequeña cruz de hierro forjado.
En el exterior, una explanada acondicionada con bancos y mesas de madera y palmeras que engalanan el entorno y dan buena sombra, permite a los visitantes y gentes del pueblo disfrutar de la hermosa panorámica que se aprecia desde allí; por un lado, la Sierra de las Nieves; y por otro, el valle del río Grande.
En la primera quincena de Agosto, justo antes de la feria de San Roque, se celebra la Romería del Patrón, desde la iglesia del pueblo hasta la ermita.